Este sábado, aprovechando las nevadas recientes subimos a Andorra un grupo de unas nueve personas. Ocho con esquí de montaña, una con raquetas y un perro. Un pedazo de perro!
Muchos son del grupo que conocí el finde anterior, el único que conozco hace años es Blai.
Algunos contratiempos. Todavía pensamos que el hombre es más listo que las máquinas, en especial con los GPS…total que me dieron un punto de encuentro que vi mal en la web y me confundí de pueblo. Hasta ahí nada especial.
Lo anormal es que como la dirección no aparecía en el GPS del coche para esa población lo primero que pensé es vaya mierda de GPS que no tiene esta calle. Voy al centro del pueblo y luego miro el link de gmaps. Error!! los GPS ya llevan años en el mercado y están más que desarrollados 🙁
Lo que ocurrió es que me fui a un pueblo a 13km del punto de encuentro. Por suerte no estaba tan lejos!!
No encontraba la calle porque no existía para ese pueblo, obviamente. Bueno, total que perdí unos 20 minutos por mi cabezonería y pensarme mejor que el GPS.
Ha llegado un punto que no sabemos desplazarnos sin GPS. Tengo una amiga que una vez se fue camino de Andorra, un pueblo en Huesca pensando que iba al país, y no se dio cuenta hasta que estaba bastante desviada de su destino. Obviamente no llegó a tiempo ese día.
Bueno, en mi caso sólo un pequeño retraso. Llegamos al punto de encuentro en La Massana ya desayunados, hemos pillado bocata por el camino viendo nuestro retraso acumulado.
El plan es ir a la Vall de Sorteny y hacer una circular por ahí, pasando por el Turó del Forn (2.665m). En teoría tiene que mejorar durante el día pero en ese momento, diez y pico, la cosa no pinta bien.
Parking de Sorteny. Otro del grupo se da cuenta que se ha olvidado las pieles!! por suerte es de la región y rápidamente sabe cómo resolverlo, se va en coche a buscar unas para alquilar. Irá tan rápido que estará de vuelta antes de que acabemos de prepararnos, con aquello de que nos lo hemos tomado con calma.
La ascensión
Salimos foqueando hasta el refugio de Sorteny, esa parte de pista tiene nieve suficiente, luego cuando empezamos a subir a la izquierda del refugio la cosa se complica.
Esta parte debe recibir mucha insolación porque hay poca nieve, hierba y piedras visibles en todo nuestro ascenso por al menos unos 200m de desnivel. Y está claro que por aquí no podemos bajar con esquís.
Nieve escasa después del refugio de Sorteny
Luego ya empieza a mejorar el grosor de nieve. Algo que sí será problemático es que la nieve está encrostada, y como no hay sol, está bien nublado, pues tampoco tiene visos de cambiar. Veremos a la bajada.
Vistas a Sorteny en un claro momentáneo
Dau, el perro, va correteando arriba y abajo. Pienso qué listo que va siguiendo la traza de esquí para no hundirse. Hasta que de golpe siento que algo me impide avanzar y entonces pienso qué espabilado!! ha descubierto que si apoya sus patas encima de la colas de mis esquís, encima lo transporto y todo 😛
Llegando a cima, bonito pero con nieve encrostada
Cuando vamos acercándonos a cima tenemos algún claro, así que algo de vista podemos disfrutar. Luego una vez en cima el protocolo habitual y en este orden: abrigarse con una capa más, cambio de guantes, foto de cima, comer algo rápido, sacar pieles, apretar botas y ponerse esquís!!
El descenso
La bajada será de las más complicadas que he hecho. La peor fue en la ascensión al Balaitous al principio de hacer skimo por el corredor de les Neous. Se nos hizo tan tarde que la nieve se encrostó de una manera seria. Literalmente me caía a cada giro.
En esta no llegué a caerme en esta parte pero muy de culo. Si no has esquiado nunca con nieve encrostada, es decir con una pequeña capa superior de nieve helada, que hace que los esquís se encarrilen, no sabes lo que es. El descontrol no se compara a ninguna otra nieve. Bueno una vez haciendo el Tuc dels Ports me encontré hielo, pero hielo del transparente, y era bien complicado pararse y mantener el equilibrio. Suerte que casi no había pendiente…
Pues nada, con nieve encrostada la recomendación es tirar el cuerpo ligeramente hacia atrás para asegurar que las espátulas sobresalen por encima, porque vas rompiendo esa capa dura a medida que pasas. Y la segunda es dejarse de manías y recurrir a la segura cuña para hacer giros bastante abiertos y siempre evitando coger velocidad. Un pequeño desequilibrio hacia alguno de los lados y el esquí se queda clavado en la costra y tu cuerpo pasa por encima. Le pasó a más de uno…
La pala de bajada que sufrimos con nieve costra, debe estar genial con nieve polvo
Bajamos bastantes metros de desnivel hasta encontrar por fin nieve húmeda. La crosta viene de eso, nieve que ha fundido por el calor y luego se ha congelado a causa del viento y el frío. A menos altura ya no congela y fue el momento de disfrutar haciendo algunas eses. Oooeeehhh!!
Cuanto más grande es el grupo más lento se va, además teníamos un chaval que llevaba años sin tocar esquís porque usaba snowboard hasta ahora. Y tocó mucho el suelo el pobre. Podéis ver en el track más abajo la velocidad de bajada que lo confirma.
Ojito a lo que hacéis, hace tanto calor que hay incluso aludes de fusión!!
El tramo final es de algún modo divertido porque vas entre obstáculos, árboles, piedras, bordeando el río. Y así llegamos al parking.
Me descalzo los esquís a apenas 10m del parking. Genial!
Ayer ya fue una salida de skimo seria, con 960m de desnivel positivo y una bajada con esquís interesante por no decir otra cosa. Challenging como dirían los americanos 😛
Temporada estrenada de verdad!!! esperadme montañas que voy con ganas 😀
El track lo podéis encontrar aquí.