El fin de semana del 9-10 de julio nos hemos juntado con la UEC en la Dent d’Orlu para escalar en su cara Este. Reseñas aquí.
El sábado por la mañana tenía cosas que hacer, básicamente cumplir con el ritual de ir de rebajas. Ropa de curro, de lo más aburrido y que he ido procrastinando, claro!!! es curioso como me puedo pasar horas en una tienda de montaña, comprando incluso ropa, y luego no hay quien me haga ir a comprar ropa de calle. Así que en plan mal menor hago una compra masiva de golpe 🙂
Salimos por la tarde Jordi, Sebas y yo para llegar al parking de la cara Este al final de la tarde. Allí ya teníamos a Albert R., Ursula, Nico, Pep, Gabriel y Albert A.
Albert R., Nico, Gabriel y Pep habían escalado la Fleur de Rhodo (en cordada de cuatro porque uno que nombraré se dejó una cuerda!) y nos la recomiendan aunque advirtiéndonos de algún paso de placa fina y algún techo que se puede acerar. Pese al grado al final Sebas y yo nos animamos a por esta!!
Albert R., en su estilo alpino de lo más tradicional…o sea salir por arriba como sea!, nos confiesa que en una de las placas ha puesto el pie en un parabolt porque no hay gran cosa y considera que la adherencia no es su especialidad.
Cenamos de hornillo y nos ponemos a dormir. El sábado no tenían casi a nadie escalando pero aquí parece que se anima la cosa! han llegado unos cuantos coches…
Sin madrugar, salimos de los últimos pero por suerte casi todo el mundo tira hacia la Tapas sans Dalles, la vía más sencilla de la cara Este.
En 1h nos plantamos a pie de vía. Hay una hilera de gente que permite identificar rápidamente la Tapas sans Dalles. Los nombres de las vías están escritos a pie de pared, lo cual nos facilita localizar la vía enseguida, pues en realidad no se ve ninguna línea lógica desde el pie de vía.
Hilera de gente en Tapas sans Dalles – clicad para verla ampliada
El L1 y L2 nos sirven para calentar. El L3 ya es uno de los 6a (o 5c+ en otras reseñas). Hay una placa fina fina que paso con un buen subidón de adrenalina y eso sí, reteniéndome de apoyar el pie en el parabolt!!! el largo tiene dificultad intencionada porque de no estar el parabolt te irías más a la izquierda donde hay algo más de relieve por donde cogerse y meter los pies. Después de eso un cambio de placa rodeando un techo por la derecha. Paso extraño pero el largo ya está resuelto.
El L4 también graduado como 6a le toca a Sebas. En este caso va de techos. Todos están muy bien asegurados, con el parabolt por encima y accesible desde debajo del techo. El primer techo lo sacamos en libre y en el segundo no hay manera de encontrar el paso con lo que nos fabricamos un estribo con una baga que nos permite salir sin más dilación.
Sebas en uno de los techos sacados en libre
Luego nada relevante hasta el L7 donde Sebas disfruta con un mix de placa de adherencia fina con techos. A partir de ahí la vía ya está hecha y es cuestión de ir haciendo.
El penúltimo largo me deja un poco sorprendido porque pica más de lo que me esperaba, viendo que todo se tumba bastante ya. Hay algún paso de adherencia por ahí escondido aún…
Para ser nuestra primera vía larga después de casi un año sin hacer nada serio nos hemos quedado más que servidos y contentos. En mi caso es el tercer día que escalo en roca después de seis meses! haber seguido en el roco, aunque con menor intensidad, se nota 😉
Buen coco, un poco bajos de fuerza en algún momento…pero llegamos a cima bien 🙂
Vía disfrutona, como díría Sebas!!!
Por cierto, me picó un tábano mientras escalaba. Primero pensé que era la cuerda que me rozaba hasta que noté un dolor agudo en el talón y vi un bicho gordo negro revolotear. No le vi la cara de satisfacción pero me la imagino, porque más que picarme me pegó un bocado…me quedó una hilera de sangre de medio centímetro!!! me cagué en todo primero, pensando que sería una avispa y que igual me veía abandonando, pero no. Parece que sería un tábano que se llevo un trozo de carne de festín…
Otro apunte, hace unos años hicimos la Josephine (1000m de vía desde la cara Sur), y llegamos a cima con niebla. Esta vez tres cuartos de lo mismo. Todavía no he visto el paisaje desde cima. Algún día 😉
Norbert desdibujándose en la niebla
Y para finalizar, muy recomendable el entrecot en el albergue al lado del laguito 😛