Después de los días con poco éxito en Benasque Natalia y yo nos fuimos para Ribes de Freser con plan de encontrarnos allí con Lorenzo y Pep.
Con el coche hasta arriba porque luego pasábamos directos a Francia para pasar la semana siguiente.
En Ribes la previsión del tiempo también fea. Aquello de que la primera quincena de agosto era buena y la segunda chunga parece que ya se acabó hace tiempo con el calentamiento global 🙁
El plan era hacer el domingo algo más potente y el sábado, que llegaban cerca del mediodía, dar una vuelta corta.
Salimos como a las dos de la tarde desde el parking de Queralbs, a subir a Nuria como plan B sin complicaciones bajo algunos cumulonimbus que se iban formando.
Y así estuvo todo el día. Hicimos la subida y bajada hasta Núria, comer y tomar algo allí y vuelta a bajar. A pie…
Es algo que Natalia y yo habríamos corrido, sobretodo al final que se oían truenos en las cimas altas, pero la compañía era de andar. ¡Muy grata compañía por cierto!
Vall de Núria
Después se nos unieron Oscar y Sílvia. Ribes estaba a tope, fue bien complicado encontrar donde cenar pues parece que todo funciona por reservas y nosotros no vivimos tan planificados. Al final, después de dar unas cuantas vueltas, terminamos en el bar l’Arcada.
El domingo se levantó también con previsión no my halagüeña pero pudimos dar una vueltecita. Nos dio por subir a ver la cruz que hay encima de Ribes, donde resulta que hay una ferrata corta: La Roca de la Creu. Habrá que hacerla algún día!
Y yo sin saberlo…
Pues bueno, hicimos el itinerario de bajada pero subiendo hasta llegar los restos del castillo y ver la parte alta. Las vistas al valle están bien!
Luego como no comer algo… 😉