La previsión de la meteo era medio fea, en especial por la tarde. Así que esa misma mañana decidimos cambiar de plan a algo facilito y corto.
Subir a la Mola.
El plan era hacer una circular que salieran unos 12k y pasa por las vías de escalada. Subimos un poco por ahí pero llegados a una pared con mucho patio a Natalia no le molaba y dimos la vuelta.
A esto te acostumbras poco a poco 🙂
Así que seguimos por otro sendero hasta empalmar con la vía normal del Camí dels Monjos. No nos gustan las masificaciones, uh, uh, pues aquí no es el lugar. Joder, cuánta gente!!!
Nos quedamos bien poco arriba y luego bajamos corriendo. No hay mucho más que contar, la verdad.
No había subido nunca a la Mola precisamente porque sabía que era una cima concurrida y de algún modo la estaba evitando o dejándola para un día de lluvia que estuviera muy frikeado y subir a algún sitio. Sí había estado por las paredes de escalada tiempo atrás, cuando me movía hacer escalada deportiva.