Este fin de semana he vuelto por Razecueillé, el pueblo de mi abuelo. Es más bien una aldea formada por varios grupos de casas en medio del bosque. Hace años, cuando había vacas, todavía había algunos prados. Ahora ya es todo bosque.
El lado de Pirineos francés es naturaleza salvaje, bosques impenetrables y demás. De hecho los caminos están bastante cerrados por la vegetación en general. No te creas lo que marca el mapa porque igual no puedes pasar…
Vistas al Cagire desde Razecueillé
Con eso cogí mis bambas de explorador y me fui a correr. En cualquier caso, si quieres hacer desnivel, hay que pasar obligatoriamente por el Cagire (1.912m) que es el pico más alto de la región y además el último antes de las planicies al norte.
Salí poco antes de las ocho con idea de repetir la ruta del año pasado de unos 25k, o cambiar de trayecto sobre la marcha según viera (con un buen mapa de la región). Desde Razecueillé es salir por pista asfaltada hasta TesteRouge y de ahí bajas a Henne-Morte. Ahí se coge un sendero GRP que lleva hasta el refugio de Larreix. Esto era parte de la ruta del año pasado.
Aquí hice un poco el capullo…el sendero tenía un cordelito que barraba el paso pero lo salté. Luego bien entrado en el camino me encontré un tronco cruzado con una marca en pintura fosforescente.
Y me quedé dubitativo si seguir o no, porque no sabía interpretar estas señales que eran nuevas respecto al año anterior. Normalmente cuando pones un tronco cruzado en un camino es para indicar “no pasar”, pero tampoco lo cruzaba entero. El riesgo que corría es que el camino estuviera bloqueado más arriba, si es que eso querían decir las señales. Al final decidí darme la vuelta.
Probé a seguir el sendero que no estaba barrado por el cordel a ver dónde me llevaba, y acabé en un prado. Genial, el cordel era de algún payés para que las vacas se fueran a su prado 😛
Y yo he hecho como ellas jaja
Visto lo visto, saqué la carta de la improvisación. Momento de probar otro camino. Vi que siguiendo unos kms más por carretera hasta Lacus podía coger otro camino que llegaba al mismo collado que el anterior. Todo y ser de la misma categoría (línea gorda en rojo en el mapa) este estaba bastante menos mantenido que el anterior. Vamos, me sentí como si estuviera en una gymkana, o más bien una pista americana. Ahora salta por encima de un tronco caído, ahora pasa por debajo, escúrrete entre ortigas, etc.
Llegué a un punto donde el camino desaparecía. Un tronco enorme caído a lo largo bloqueaba el sentido del camino, con maleza, restos de troncos y demás por en medio. A un lado se veía un paso hacia arriba. Otra vez a dar vueltas. Buscar por un lado y por otro si veía algún rastro de paso o alguna marca, y nada de nada. Retrocedí hasta la última marca y sí, confirmé que iba en la buena dirección. Al final si el camino subía en diagonal me metí recto arriba desde el punto bloqueado, campo a través al principio por zona más o menos despejada, luego entre helechos haciendo diagonal también. Los bosques son tan frondosos que ni por asomo se me podía ocurrir que pudiera llegar al collado bosque a través. Hasta que intuí lo que podía ser la continuación del camino más abajo. Y sí, volví a encontrar una marca, olé!!! 😀
Pista hacia el refugio de Larreix
Más arriba me encontré otro punto de duda, no sé cuántas veces debería sacar el mapa en esta salida, pero muchas! Y por fin llegué a zona conocida.
Harto ya de bosque perdedor decidí llegar al refugio de Larreix por la pista, que da más vuelta que el sendero por bosque. Pero de paso así veía el camino y cómo se veía acercarse al Pico de Escalette, una de las cartas que me guardaba por si me sobraba tiempo y energía. Es un pico un poco más bajo que está al otro extremo en la misma carena que el Cagire.
Pero viendo lo mal que iba de horario descarté alguna aventura más por ahí. Así que ya seguí a lo conocido. Por suerte la fuente del refugio de Larreix tenía agua, si no hubiera pringado mucho con el calor de agosto. Tardé unas 4h30 en llegar allí y aunque hice más distancia que el año anterior iba con retraso de tanta parada para orientarse. Más caminar que correr, la verdad.
Vistas a Pirineos desde el Pas de l’Ane
Luego hay que hacer una buena rampa hasta el Pas de l’Ane a 1700m, subes un poco más pasando por debajo de un pico y llegas al collado antes del Cagire. Cima, foto esférica de rigor y una pequeña pausa. Se nota que es un fin de semana de agosto, pues había bastante gente!!
La bajada desde el Cagire es vertiginosa, en muy poca distancia bajas 900m de desnivel. Y castiga bastante las piernas,la primera parte todavía se hace bien porque el sendero va haciendo zetas hasta llegar a una cabaña. Pero luego es camino ancho recto abajo donde realmente sufrían las piernas, porque era aquella pendiente en la que no te puedes dejar caer, tienes que retener con las piernas y machacas los quadriceps de mala manera. Tenía que ir parando. También hay que decir que ya llevaba unos 22k a cuestas…
Desde ahí se llega al parking a 1000m por pista de tierra. Seguí abajo y en vez de coger el sendero que baja directo a Juzet d’Izaut seguí por la pista, como el año anterior, para hacer menos tramo de carretera. Lo malo de esta ruta es que de Juzet d’Izaut a Razecueillé hay asfalto, y de momento no he encontrado opción para evitarlo. Juzet d’Izaut está por el otro lado del pico, con lo cual hay que rodearlo para volver a Razecueillé. Si hubiera algún paso más directo por bosque sería ideal.
Esto es para coger un día y subir bosque arriba por un supuesto sendero no marcado a ver si llego a alguna parte. Si realmente existe, se llega a la pista que usé para ir hasta el refugio de Larreix. La pista sale, como no de Juzet d’Izaut y pasa por debajo del Cagire por la cara visible a Razecueillé.
El tramo este de asfalto es mortal, porque ya eran las cuatro de la tarde en pleno agosto y pega el sol que no veas.
Total 8h15 y 31k con 1650m+
Aquí el track.
Un buen paseo!!!