Llevo bastante tiempo sin publicar en el blog, enfocado a tope con Artecitos… por cierto que estoy pensando en hacer el relieve en 3D de cimas conocidas en madera, pintando el track encima. Apúntate a la newsletter en la web si te interesa para alguna de tus salidas!
Antes de esta salida, así notable, hicimos la cursa Burriac Xtrem de 16k que fue la primera carrera de Natalia. Y le gustó la experiencia!!
El día 3 de diciembre nos fuimos Pep, Natalia y yo a dar una vuelta por la zona de Ribes de Freser en plan sube y baja que ya no podíamos más de estar por Barcelona.
El día no era muy prometedor, con algo de viento previsto así que optamos por subir al Puig Cerverís para no encontrar mucha nieve ni que nos machacara mucho el viento. Hicimos vuelta larga saliendo desde Pardines, en vez de tirar por la vía directa arriba.
Con lo cual nos salieron casi 20k y unos 900m D+. Saliendo de Pardines pillas la pista hasta la Collada Verda. Es todo pista, ideal para ir charlando y ponerte al día como hicimos nosotros. este tramo son 6k.
Vistas al Taga subiendo hacia la Collada Verda
Vistas al Puig Cerveris
Luego ya vas carenando subiendo y bajando hasta llegar debajo del Puig Cerverís (de esas que das mil vueltas con la mirada alrededor pensando ahora tengo que subir este montículo para volver a bajarlo? pues sí, la otra opción era cruzar por el bosque que se veía bien denso en ese tramo :P).
Había viento previsto de unos 30km/h pero a medida que pasaba el día se fue levantando algo notablemente más fuerte, ¡¡¡pero mucho más!!!
Debajo del Cerverís, a unos 150m, decidimos dar la vuelta con los dedos congelándose pese a los guantes (error en mi caso que llevaba guantes finos…) y la cara sufriendo también el azote del aire frío a gran velocidad. Natalia, forrada como una croqueta, iba lanzada a hacer cima pero la paramos.
Momento clave, media vuelta
En otros tiempos hubiéramos subido, me habría puesto otra capa, guardado los palos, manos en los bolsillos y para arriba. Pero vamos, que tampoco es que estuviéramos haciendo el pico de nuestra vida así que dimos media vuelta. Ya he pasado por el Cerverís en alguna ocasión…
La vuelta fue en parte por pista y luego ya sendero recto abajo. Y, como no, comimos algo allí mismo en el hostal en Pardines 😀
Y el viento también nos trajo nubes lenticulares!!
Aquí va el track por si a alguien le apetece en un día que no de para mucho.
La semana por Razecueillé, perdidos en la calma de los Pirineos franceses, fue muy agradable por la compañía y el entorno, y después de pasar una semana en Barcelona para mantener el gimnasio LynxCross abierto, volvimos de nuevo a Francia.
El tiempo fue mejor esta vez, y pudimos hacer alguna salida a explorar la zona.
La primera fue una excursión corta que a Natalia y a mí se nos acabó alargando simplemente porque empezamos a encontrar setas…y claro, cualquiera no deja de buscar alrededor en vez de avanzar recto arriba!! un día que no es bueno del todo porque el Cagire está bien tapado y por eso hacemos algo corto.
Natalia mirando al Cagire desde el Picon
Pasando por las cuatro casas de Laouech y luego ya bosque arriba por una pista, que nos dejaba en el Picon. Hay una antena ahí, de ahí que el acceso sea fácil por pista.
Pero de camino vamos viendo los laterales de la pista y metiéndonos bosque adentro en algunos puntos para recoger lo que localmente llaman «jeaunettes», «rossinyols» en catalán.
Jeaunettes
Natalia recogiendo setas
Hicimos una buena tortilla 😀
Al día siguiente fuimos a otra cima de la zona, el Pic de Paloumère (1.608m). Normalmente se sube desde el Col de Portet d’Aspet en 1h30 pero nosotros salimos desde el mismo Razecueillé para dar una vuelta larga. Usamos un GR que sale de la pista forestal entre Cazarilh y Escabiros hacia el Col de Portet. Fueron unas 3h hasta el col, y luego hora y pico hasta el Pic de Paloumère.
Gran error, salimos sin pasta!! de haber tenido le habríamos comprado queso a la señora que tenía una parada en el col…
Las vistas son guapas de verdad por el camino.
Mourtis, Pic de l’Escalette y Cagire
Aneto y Maladetas
Vista desde la cima del Pic de Paloumère hacia la carena
Vista desde la cima del Pic de Paloumère hacia Milhas y la plana de Toulouse
Aquí viene un poco de lío, según el mapa IGN hay un sendero que baja por la carena directo en dirección a la pista forestal de donde salimos, por encima de Razecueillé.
Y encontramos una primera marca muy gastada empezando la carena, pero de ahí una segunda y nada más. Bosque, fuertes pendientes con rocas y ninguna traza, nada esperanzador contando que teníamos que bajar 1.000 m de desnivel por bosque. Así que después de unas cuantas vueltas explorando optamos por ir hacia la carena del Picon, que también tenía sendero en el mapa. Ahí encontramos restos de un sendero, marcado con dos rayas rojas. Camino triturado por las vacas de la zona…
Finalmente mucho más arriba del Picon vimos un sendero aún más marcado que iba hacia la ladera de Milhas, y optamos por seguirlo, porque parecía claro, para acabar perdiendo el rastro de nuevo entre los helechos 😛
Como habíamos estado por la zona el día anterior sabíamos que teníamos una pista forestal más abajo, que a base de bajar bosque a través acabaríamos encontrándola. No había duda con mapa y altímetro.
Tardamos un poco por esas laderas oscuras de grandes árboles, y volvimos a casa por Laouech deshaciendo el camino del día anterior.
Una excursión curiosa de unos 21k cuyo trazado se puede mejorar….track aquí para los curiosos.
El resto de la semana ya fue más de relax. Mucho de comer quesos, jeje y un baño en el frío río que quitaba el hipo…!
De hecho, ese fin de semana volvíamos porque tocaba la Cursa de la Marrana…retorno a las curses 🙂
Razecueillé es un pequeño pueblo en los Pirineos franceses a unos 60km de Viella, donde nació mi difunto abuelo, y suelo ir una vez al año. Esta vez acompañado de Natalia para juntarme con familia por allí.
La verdad que tiene una ubicación bien excepcional porque está a unos 600m de altitud, pero justo delante tiene el Cagire que hace 1.912m, o sea que ves una prominencia potente justo delante con 1.300m de diferencia de altitud. El desnivel partiendo del pueblo es aún más porque tienes que bajar hasta el río para cruzarlo.
El Cagire desde Razecueillé
Para no perder la costumbre tuvimos mal tiempo los primeros días, que dedicamos a mantenimiento de la casa. Luego ya hubo alguna oportunidad de hacer algo, sin ser días perfectos de sol.
Vuelta por encima de Razecueillé
Lo primero fue la vuelta corta que se hace normalmente paseando, pero como iba con Natalia, pues un poco más rápido aprovechando que estaba nublado pero sin pinta de caer nada bestia. Salir de Razecueillé pasando por Cazarilh por carretera y luego pista forestal hasta Escabiros y bajar, salen unos 7k. Hay una parada a la altura de Escabiros porque me picó una abeja o una avispa en la cabeza :O
Joder, dolió que te cagas, supongo que como iba corriendo se debió enredar con el cabello y asustarse. Metí la cabeza allí mismo en la fuente de agua bien fría para bajar inflamación y para abajo corriendo. Nada grave…
Para el día siguiente teníamos planes más ambiciosos, hacer la vuelta larga para subir al Cagire saliendo de Razecueillé directamente. La ruta ya la hice anteriormente. La previsión de la meteo era nublado hasta las 11h y luego sol así que salimos a las 8h esperando que se cumpliera.
Subiendo dirección Cazarilh para bajar hasta Henne Morte
Se parte del pueblo, sube un poco y baja hasta el pueblo de Henne Morte donde se cruza el río y la carretera, de ahí ya todo es subida sin parar primero por un PR muy nada pero nada concurrido y muy oscuro dentro del bosque y luego ya en un tramo más abierto hasta llegar a la Cabanne de Larreix a 1.500m. De ahí pasaba a la cima del Cagire y bajaba por la vía normal a Juzet d’Izaut, para luego seguir por carretera de vuelta a Razecueillé. Son unos 25k.
Hicimos toda la primera parte hasta la Cabanne de Larreix, pero una vez allí el cielo seguía bien tapado sin pinta de mejorar. Con las lluvias de los días anteriores nos encontramos alguna pendiente fuerte con fango en el tramo aislado que era poco cómodo de pasar, y más lento de lo habitual.
Cabanne de Larreix
No conozco muy bien la zona aún, pero lo que tengo claro es que los bosques son muy frondosos, de este lado de Pirineos hay mucha más humedad y todo crece a saco. Con lo cual ni se te ocurra intentar ir bosque a través, vamos es que no puedes dar ni un paso. Llevo mapa, pero tampoco tengo la seguridad que algunos senderos que están en el mapa no se hayan quedado cerrados por la vegetación…y si nos esperan para comer no es plan de perderse…
Para dar la vuelta sin deshacer los pasos sólo conocía una opción que no había probado nunca, bajar por una pista que vuelve hasta Juzet. Pero como da la vuelta por debajo del pico esperaba algo largo de narices. Y así era…
Estuvimos corriendo bastante tramo hasta llegar al Col de Buret, cerca de Juzet d’Izaut, donde nos recogieron en coche para llegar a comer a una hora decente. Salieron unos 27k y 1.000m D+ en 6h, y eso que nos saltamos la vuelta a Razecueillé. Track aquí aunque no es precisamente uno a seguir, mejor hacer cima 😉
Hablando por el pueblo me he enterado de otras opciones que bajan más directas, también tengo que investigar el trazado del Trail du Cagire, una carrera de trailrunning que sale de Aspet y hace unos 35k pasando por la cima del Cagire. Y por lo visto pasa por Coue de Casse que me vendría perfecto para la bajada directa.
Ascensión al Cagire
Al día siguiente, apurando porque era el último día antes de volver, Natalia y yo subimos esta vez sí al Cagire con mi hermana y mi cuñado. Por la ruta que yo consideraba normal, subiendo desde el parking de la Couage. Pero resulta que es una subida bastante bestia en cuanto a pendiente. Y mi hermana y su pareja no tienen costumbre así que me pasé un poco.
Vistas desde la Cabanne de Juzet a 1.357m
Pese a todo son cabezotas y llegaron arriba, justo un minuto para ver el pueblo de Razecueillé desde arriba y que se tapara con nubes. Grrrr
Razecueillé visto desde la cima del Cagire
Mi hermana bajó tocada de una rodilla pero ya se ha recuperado…es que las rampas son de narices, 1.000m D+ en 5k…
Seguro que habrán tenido unas buenas agujetas jeje
El Cagire sólo mide 1.912m pero es el último pico de la zona antes de las planicies. Y se puede ver bastante cosa, justo al Sur el macizo de las Maladetas con su glaciar, al oeste el Midi de Bigorre y por ahí también anda el Neouvielle.
Vistas al Midi de Bigorre
El track que hicimos de la vía normal desde Juzet está en mi movescount.
Después de los días con poco éxito en Benasque Natalia y yo nos fuimos para Ribes de Freser con plan de encontrarnos allí con Lorenzo y Pep.
Con el coche hasta arriba porque luego pasábamos directos a Francia para pasar la semana siguiente.
En Ribes la previsión del tiempo también fea. Aquello de que la primera quincena de agosto era buena y la segunda chunga parece que ya se acabó hace tiempo con el calentamiento global 🙁
El plan era hacer el domingo algo más potente y el sábado, que llegaban cerca del mediodía, dar una vuelta corta.
Salimos como a las dos de la tarde desde el parking de Queralbs, a subir a Nuria como plan B sin complicaciones bajo algunos cumulonimbus que se iban formando.
Y así estuvo todo el día. Hicimos la subida y bajada hasta Núria, comer y tomar algo allí y vuelta a bajar. A pie…
Es algo que Natalia y yo habríamos corrido, sobretodo al final que se oían truenos en las cimas altas, pero la compañía era de andar. ¡Muy grata compañía por cierto!
Vall de Núria
Después se nos unieron Oscar y Sílvia. Ribes estaba a tope, fue bien complicado encontrar donde cenar pues parece que todo funciona por reservas y nosotros no vivimos tan planificados. Al final, después de dar unas cuantas vueltas, terminamos en el bar l’Arcada.
El domingo se levantó también con previsión no my halagüeña pero pudimos dar una vueltecita. Nos dio por subir a ver la cruz que hay encima de Ribes, donde resulta que hay una ferrata corta: La Roca de la Creu. Habrá que hacerla algún día!
Y yo sin saberlo…
Pues bueno, hicimos el itinerario de bajada pero subiendo hasta llegar los restos del castillo y ver la parte alta. Las vistas al valle están bien!
La primera semana de vacaciones Natalia y yo estuvimos por Benasque.
No tuvimos mucha suerte con el tiempo. El plan era hacer travesía con todo encima subiendo por Remuñé, cima en el Perdiguero y bajar hacia Estós para hacer algún pico más por allí como el Clarabides.
Pero salimos de Barcelona un martes con previsión de tormenta por la tarde.
Atardecer a la entrada del valle de Remuñé
Y estaba el tiempo un poco raro. Lo peor es que las previsiones tampoco se cumplían mucho. Estuvimos esperando a ver si mejoraba pero nada.
Hicimos una incursión por el valle para dormir un poco más arriba, y en un punto me salí del camino sin darme cuenta al cabo de unos metros. Retroceder, y viendo que no quedaba más que un par de horas de luz decidimos vivaquear más abajo. Viendo el peso de la mochila que tenía que llevar con comida para cuatro días más tienda, etc pensé que subir desde tan abajo para hacer Perdiguero y bajar a Estós antes de la previsión de tormentas al atardecer parecía difícil. Así que cambiamos planes para hacer subida del tirón más ligeros desde Remuñé y volver.
Al final hicimos vivac justo debajo del parking para entrar en Remuñé, con los Llanos del Hospital a la vista y el parking justo debajo nuestro.
De noche mientras me fui despertando vi de todo: cielo despejado y estrellado, oscuridad total bajo las nubes, amago de llover, etc…
Por la mañana estaba feo. Decidimos cambio de planes y nos fuimos desde allí hasta el Plan d’Aigualluts a pie. Parecía una domingada pero salieron 15k y 500m D+ como verás en el track :O
Desde Besurta hacia arriba sí que hay mucha gente atraída por las vistas y que no tiene mucha idea de ir por montaña…cielo negro con nubes amenazantes cuando bajábamos a buen ritmo y la gente seguía subiendo con su mantelito a cuestas para hacer picnic 😛
Forau d’Aigualluts
Otro día con amenaza de tormentas por la tarde, esta vez bien visible. El encargado del bar en la Besurta me dijo que hacía unos cinco días que el tiempo estaba rarísimo. Así fue. Por la noche preferimos dormir en un camping, plantando tienda por si caía una buena. Y nos fuimos al Plan de Senarta.
Y la verdad que se cumplió la previsión, a las doce cayó un chuzo que tampoco duró mucho pero suficiente para quedarse bien jodido. Con la lluvia ya se nos fueron las ganas de hacer el madrugón para intentar Perdiguero…
Por la mañana cielo despejado. Estábamos entre largarnos a Barcelona ya o quedarnos por allí. Al final subimos a Cerler para enseñarle la zona a Natalia y una vez en Ampriu, que tiene un paisaje verde bien alentador, además de una cafetería jeje, pues nos pusimos a subir sin mucho rumbo.
Vistas en Ampriu
Cogimos una senda hacia arriba que parecía llevar hacia el Pico Cerler. Así fue, aunque había algún tramo perdedor entre tramos verdes, pero bueno, con la lógica se acaba yendo por donde tiene más sentido. Los telesillas funcionaban así que en cuanto llegamos al collado nos encontramos con gente. Pico Cerler es una prominencia bajita de 2.400m pero la más fácil para los que llegan en telesilla y quieren disfrutar de las vistas. Que son impresionantes porque ves todos los valles: Posets, Perdiguero, Maladetas, hasta se ve asomar el Ballibierna.
Natalia en el collado, con macizo del Posets y Cresta de Espadas al fondo
Vista al macizo de Maladetas (Aneto, Tempestades, etc) y Ballibierna a la derecha
La verdad que hace años cuando esquiaba en pistas y aún no hacía montaña no sabía ni lo que tenía alrededor en Cerler. Guapo, guapo!! 😀
Después de esto nos comimos una merecida pizza y para Barcelona.
Siguiente plan, subir a Ribes el fin de semana y de ahí empalmar con Razecueillé.
Por cierto que días después leeremos que dos personas llamaron a los servicios de rescate en el Pico de Cerler, no sé ni cómo pudieron perderse si hay pistas anchas de bajada. Vamos, que es la estación de esquí! Pero estas cosas pasan…
El fin de semana del 1 y 2 de julio estuve con mis compis de montaña de siempre en un pueblecito del sur de Francia visitando a Sebas, con quien he hecho más de una salida interesante de alpinismo y escalada en el pasado. Natalia también estaba, conociendo más al grupo…
Sebas se pasó a la vida menos estresante de un pueblecito en zona rural donde lleva una vida tranquila y disfruta de las pequeñas cosas más allá del trabajo en remoto: salir a correr por montaña, cuidar de su huerto, hacer mermeladas, comer ingredientes naturales, etc…una vida diferente que para mí que soy hiperactivo puede ser atrayente en algunos aspectos pero que en otros tengo claro que no encajaría.
El sábado salimos a correr un poquito Sebas, Audrey, Natalia y yo por las colinas de alrededor hasta el dolmen, y después de una copiosa comida y cenas recordando viejos tiempos y compartiendo nuevas batallas, nos fuimos a dormir a una hora decente.
Porque el domingo había que madrugar. Para subir juntos al Canigó.
La subida al Canigó por el refugio de Cortalets es muy accesible, en la parte de pateo. Pero la pista para llegar al refugio es un auténtico coñazo, unos 25kms. Tardamos más de una hora, creo. Y eso que mi coche es un poco más alto de lo normal…
Una vez arriba sorprende la cantidad de gente que ha subido por allí en coches de todo tipo.
La ascensión es sencilla, caminar y nada más, aunque en la parte final es más aérea. Si vas con alguien que no está acostumbrado por montaña y tiene algo de vértigo quizás sufra un poco allí, aunque no hay ningún riesgo real.
Vista a la cima
Vista a la cima desde la carena
Fuimos a distintos ritmos pero reagrupándonos cada cierto tiempo. Comida frugal en la cima bien concurrida, y para abajo.
Pude ver un tramo de la cresta de Gasamir que hicimos años atrás con Sebas y Alex. Viejos recuerdos!!
Y la vuelta más de lo mismo, un refresco en el refugio y otra vez a comerse los 25km de bajada.
Bueno, es de aquellas cimas que hay que hacer una vez en la vida al menos, y ya he subido por las dos vertientes así que no necesito volver 😛
Este fin de semana Natalia y yo subimos al Puigmal dos veces. Ya lo decía un anuncio de maquinillas de afeitar en mi infancia: «dos mejor que uno»…
(eso cuando empezaron con las dos hojas de afeitar, ahora no sé ni cuántas llevamos!)
Puigmal el sábado
La realidad es que el sábado teníamos previsto hacer algo de excursionismo. Como Natalia se está iniciando en esto de la montaña, en especial con nieve, pues nada mejor que subir al Puigmal desde Fontalba que es todo un clásico. Ribes estaba a petar así que imaginé que Nuria y el cremallera estarían también a full.
No sabía cómo estaba el tema en cuanto a nieve, sabía que hacía una semana un conocido había subido con esquís desde Francia, así que me llevé crampones y piolet para los dos.
La previsión para el sábado no era nada buena. Aquí hice la gran cagada, que verás luego… :O
Pues había previsión de lluvia para la tarde. Como nos habíamos ido tarde a dormir el vienes tampoco me di mucha prisa por la mañana y total que salíamos del coche a las doce del mediodía.
La verdad que pensé que en abril todavía no tocaban las tormentas eléctricas. ¡¡CRASO ERROR!!
Puede comprobar por primera vez que el coche nuevo fue una buena adquisición porque se comporta bien por pista de tierra, y por asfalto ya está más que probado 😉
El parking de Fontalba no estaba muy lleno para estas fechas, supongo que la gente sí hace caso del parte…ejem.
Vista abajo a Fontalba
A la subida fuimos bien, Natalia no tiene experiencia de ir por montaña pero está fuerte gracias a los entrenos que hace a tope en LynxCross, y las salidas de running que organizo desde allí. Y va acumulando cimas, esta es la cuarta, me parece 😀
Lógicamente nos cruzamos con mucha gente que ya bajaba, y pocos subían. El cielo estaba feo pero con nubes blancas que todavía no generaban ningún temor.
La ruta al Puigmal por Fontalba está perfectamente limpia, pasas por tres mini-neveros sin ningún riesgo y que se hacen con bambas perfectamente. El equipo alpino nos sobraba pero en esa parte fui precavido al menos.
Vista a la cima
En la cima comimos algo y nos sacamos la foto de rigor para poder decir «he estado aquí, mira qué guay soy» en Instagram jeje
Una publicación compartida de Norbert Rovira (@norbertut) el
Cima del Puigmal, la foto de rigor 😉
Y en ese momento se empezó a poner negra la cosa. Fuimos tirando para abajo y después de bajar la parte más vertical de la ruta, empezó a tronar. Joder, ¿¿rayos y truenos en abril??
Pues sí, y daban mucho miedo porque ahí estás expuesto total. La cima detrás es el punto más alto, sí, pero vas todo el rato por la carena hasta llegar al parking.
¡¡A correr se ha dicho!!
Natalia, tiró sus palos en medio del camino y un poco más abajo escondí piolets y palos detrás de una roca, marcándolos con una fita y quedándome con la altitud del GPS. Los palos de Natalia tocaban sustitución por unos más decentes así que tampoco hubo mucho miramiento con eso.
Iba calculando la distancia de los rayos, con el simple cálculo en base a la velocidad del sonido de 343m/s. Calculas los segundos entre el rayo y el sonido del trueno y multiplicas… 3s es un kilómetro. Primero estaban a 1km más o menos y luego nos pasaron literalmente por encima.
Nosotros corriendo como locos para abajo. La otra opción es despojarse de todo lo metálico y conductor de electricidad y quedarse por ahí parado, sobre algo seco como la mochila. Pero no sabía cuanto iba a tardar así que preferí bajar para reducir el tiempo de exposición al riesgo.
Sanos y salvos al coche y ya respirando…nos dimos cuenta que Natalia puede correr por montaña 😀
Hoy tenía un extra de motivación, está claro jeje.
Puigmal domingo
Para el domingo venían Oscar y Silvia y teníamos planes de hacer otra cosa en la zona, más en modo trailrunner, pero hubo que repetir Puigmal para ver si encontraba el material.
La verdad que los escondí bien porque los pudimos recuperar. La combinación de altitud + fita + cerca de un barranquillo nos ayudó a localizarlo perfectamente.
Los palos de Natalia, que estaban en medio del camino, esos sí que ya ni rastro… tampoco los vimos bajar. Igual la pareja que dejamos arriba el día anterior los pillaron al bajar.
El día era soleado pero con un viento de norte frío, frío. Hubo que abrigarse…
En la subida, protegiéndonos del viento
La cima mucho más concurrida que el día anterior, Natalia y yo con los quadriceps que se notaban por la salida del día anterior, pero todo fue bien.
Cima del Puigmal, bien aireada
A Natalia no le gusta el patio, pero a eso uno se acostumbra fácilmente. El repechón da un poco de grima por lo aéreo, cuando no tienes consciencia que si resbalas te vas a quedar ahí sentado sin más.
El último repechón antes de la cima
Y fue el estreno de Natalia como trailrunner, bajamos corriendo desde el último repechón hasta abajo, sin parar.
Y lógicamente luego tocaba una buena comilona en Ribes 😀
Hoy escribo todavía con agujetas de estos dos días. Porque si no vas a menudo ya se sabe…
El fin de semana pasado, el último de febrero, estuve con Natalia por Ribes de Freser.
Plan tranquilo sin esquís 😉
Salimos el sábado tarde desde Barcelona. De hecho entre desayunar, llegar al piso y descargar terminamos saliendo de Ribes de Freser a la una y media. El plan: subir al Taga.
Salimos por el Camping Vall de Ribes, que tiene un sendero recto arriba y por el cual he pasado más de una vez en distintas modalidades sea de excursionismo o de trailrunning.
El Taga es una cima que te obliga a ganártela partiendo desde Ribes porque son 1.100m positivos en una distancia corta. Fuertes pendientes que te machacan las piernas…
El paso por el Camping está cada vez más complicado, porque han vallado un camino para no sé qué tipos de eventos de acampada. Pasado esto ya es seguir por la vía natural desde este lado.
Subir y subir y subir….jeje
Vistas a la Vall de Núria
Hizo un día estupendo.
Natalia no suele hacer alta montaña pero como es socia adicta de LynxCross va sobrada de resistencia.
Vistas al repechón, que es una falsa cima
Al llegar a la pala aquella engañosa que parece que ya sea cima, pero no, aún queda un buen rato…nos encontramos ya nieve.
Y como no tiene experiencia en invernales ya empezaba a sufrir con la pendiente y la nieve.
De hecho al principio estaba más o menos blanda pero a medida que subíamos íbamos encontrando nieve más dura, e incluso alguna clapa de hielo fruto del viento que azota estos picos siempre.
Con crampones puestos ya fue otra cosa. La pala no tiene riesgo porque se aplana abajo y además había hierba, pero no deja de dar impresión por la pendiente cuando vas por nieve por primera vez. Olé por Natalia 😉
En mi caso como que acababa de renovar suelas de las botas de alpinismo iba bastante bien clavando cantos. Salvo algún tramo de hielo que tuve que rodear.
Como siempre ese repechón es engañoso y luego aún hay otro que te lleva a un tramo bastante plano hasta llegar a cima. En esa parte vimos llegar desde Pardines a dos trailrunners en bambas, en pantalón corto, subiendo por la cara norte. Olé sus huevos…no quiero pensar qué quedaría de ellos si resbalaran, pero parecían muy seguros de lo que hacían, a buen ritmo.
Más que nada que era nieve dura y una caída sin protección es como si te lijaran la piel.
En la cima unas vistas estupendas, con un buen día para ver Pirineos, aunque por desgracia no lo suficientemente claro como para ver Montseny, Montserrat y el Pedraforca. Que sé que están visibles.
Vistas al Puigmal
Selfie de cima
La verdad que el dí se nos alargó y lo que al principio me parecía muy improbable, pillar noche, empezó a verse como una posibilidad!!! al final llegamos a Ribes que estaba oscureciendo, sin usar frontal por poco!
He estado en Nepal haciendo un trekking desde Lukla hasta el Island Peak (6.189m) con objetivo de subirlo.
Este post va a ser largo porque son tres semanas de vacaciones en Nepal.
Salimos el 31 de octubre un grupo de 9 personas : Susana , Dani , Jose , Núria , Montse , Pere , Katrin, Ferran y yo.
Víctor tuvo que cancelar a última hora por una lesión . Qué mala suerte !
Aeropuerto del Prat, antes de salir
La compañía usada es Qatar Airways que da vuelos a muy buen precio hasta Katmandú , pasando por Doha. Además tres de nosotros tuvimos la suerte de recibir un upgrade gratis a business porque el segundo vuelo iba muy lleno. Business mola desde luego , aunque la diferencia de precio no justifica lo que recibes a cambio . . . Me recordó las veces que crucé el Atlántico en Business con mi anterior trabajo.
Nosotros contratamos el viaje guiado con una agencia local [Alliance Adventure] ya que Dani ya había estado aquí y los conocía. Así que nos esperaban en el aeropuerto para llevarnos hasta el hotel.
El vuelo llegaba bien tarde. Estábamos en Katmandú a las doce de la noche aprox después de dejar maletas en hotel, y nos encontraron un lugar donde cenar. Y de paso charlar sobre el viaje y en especial qué hacer para asegurar una buena aclimatación , condición indispensable para hacer cima como verás más tarde.
2/11 – Katmandú
Desayuno con la agencia, que repasará nuestro material para la ascensión, y día de compras. Se regatea , y hay material de montaña que es copia y material original. En general el precio es un buen indicativo porque el material bueno está a precios normales. Pero ojo…
En mi caso me compro un termo, que en Pirineos y Alpes no he usado nunca porque soy más bien caluroso y aguanto bien el frío. Pero aquí tiene sentido y pienso que igual sí le puedo dar algún uso más adelante.
Maraña de cables en Katmandú
Con el tema aclimatación, algunos consejos que nos dieron y que me apliqué de forma casi obsesiva:
Beber y mear mucho
Comer bien, sobre todo arroz y pasta
Nada de alcohol
Nada de carne pasado Namche Bazar porque como se transporta por caminos es fácil que esté en mal estado.
Dormir mucho y con gorro para evitar el Khumbu cold , el resfriado de la región. Lo pillamos todos 🙁
Por supuesto en el planning tenemos incrementos de altitud progresivos a medida que nos adentramos en el valle, y alguna ascensión con día de descanso para dormir de nuevo más abajo.
3/11 – Katmandú – Monjo
Nos despertamos a las 4 de la mañana para coger el vuelo de las 6h15 hacia Lukla.
El sobrepeso se paga y por supuesto llevamos todos de más porque el límite son sólo 10kg el petate y 5kg la mochila. Pero sale como a un dólar el kg así que tampoco es para tanto.
Vemos un grupo delante nuestro de algún país del norte de Europa haciendo el truco de llevarlo todo encima (plumones, gore, botas alpinismo, polainas, frontales, etc ) para meterlo luego en la mochila después de pesarlo. La verdad que se cascaron más de media hora de cola con todo puesto cuando la temperatura de Katmandú es para ir de noche con camiseta y chaqueta ligera como mucho. Lo más divertido era ver a uno con las chanclas metidas por detrás dentro de las mega polainas. Todo un espectáculo.
Creo que pagamos unos 6$ por cabeza de sobrepeso. Nuestras maletas llegaron repartidas en dos vuelos y nos tomamos un té mientras tanto, oyendo la actividad frenética de los aviones entrando y saliendo de la pista. Una pista realmente corta, en pendiente para ayudar a frenar a los que aterrizan y a coger velocidad a los que despegan.
La corta pista del Tenzing-Hillary airport en Lukla, por algo tiene fama de ser de los más peligrosos del mundo
Nuestra avioneta de 15 plazas aprox
De ahí ya salimos hacia Monjo. Lukla está a unos 2800m y bajas y subes para llegar a Monjo en una altitud similar.
Lukla
Lo primero que sorprende es ver a los porteadores con las cargas que llevan. Para trekkings está limitado a 20kg pero en otras actividades no debe estar muy regulado. Vimos gente llevando cargas del tamaño de armarios , y nos dijeron que podían llegar a llevar 100kg. Llevan un bastón gordo con un diseño muy peculiar en forma de T que además de ayudarles a caminar les sirve también para hacer paradas apoyando toda la carga sobre él.
En nuestro caso íbamos con Dzos (no he sido capaz de identificar correctamente el nombre, de palabra sonaba así como «zoppe» y lo más parecido es este), un animal parecido al yak pero con menos pelo.
En los caminos estrechos te tienes que apartar porque da miedo encontrártelos de cara. Los guías nos avisan que si ves caída posible siempre hay que ponerse del lado de pared. Alguna vez habrá pasado, y es que los caminos están muy transitados.
Puente nepalí con dzos cruzando…mejor esperar!
Además que nuestra ruta coincide en gran parte con la del campo base del Everest que parece ser la ruta estrella, incluso cuando ahora ya no es época de ascensiones. Van a ver un campo vacío, pero bueno, también estarán las vistas de la cascada de hielo al principio de la ruta de ascensión.
Por cierto nos cruzamos con alguien que estuvo en unos días más fríos que los nuestros y estaban en el campo base del Everest a 15 bajo cero por la noche y 10 bajo cero de día. Si algún día vas por allí recuerda, en noviembre puedes pillar mucho frío.
También hay que decir que fueron todo días de sol. Un clima que a nosotros nos sorprende, cielos azules todos los días durante días y días. De día hace calor, puedes llegar a estar en camiseta en altitud, y en cuanto se va el sol a las cinco y poco entra un frío del cagar. Momento pluma!!
En Monjo nos encontramos con el guía pro del grupo, trabaja como freelance porque nuestra expedición al tener la ascensión al Island Peak ya requiere un guía pro. De hecho es uno de los 42 guías certificados internacionalmente en Nepal. Flipamos que sean tan pocos pero es así.
En su historial, varias ascensiones al Ama Dablam, como pico técnico por excelencia, y a ocho miles también.
Primera noche de frío en el lodge. Estamos a poca altitud aún pero el sitio es sombrío y hace una rasca guapa guapa. Toca usar saco potente. Ya estamos en la fase “beber té-mear” y eso implica levantarse como tres o cuatro veces a mear por la noche, con el fresquito. Será la tónica de todas las noches, porque además en la cena siempre hay sopa!
4/11 Monjo – Namche Bazar
Namche es la población principal del valle, punto de comercio en la ruta al Tibet. Todo lo que llega sube en yak, dzo o a la espalda de alguien, pero hay mucho tráfico hasta allí. Y además con una ruta dura dura porque después de cruzar el río, hay una subida de unos 500 metros de desnivel totalmente a saco hacia arriba, haciendo un poco de caracol pero que para un porteador debe ser matador.
El puente nuevo arriba, sobre el viejo
Primera vez que vemos el Everest (8.848m), por detrás de la carena del Nuptse (7.861m) que está tapado por el árbol
Y así se llega a Namche. Está colgado en lo alto a 3440m aprox, beneficiándose de agua que viene de los glaciares y unas vistas de impresión en cualquier dirección que mires.
Entrando en Namche Bazar
Es el lugar de comercio, tiendas y más tiendas que tienen de todo: material de montaña, parafarmacias, material de higiene, comida, bebida, bares de todo tipo, …
La primera parada es el Sherpa Barista Bakery & Café, un bar con wifi gratis -importante- donde nos regalamos una hamburguesa de pollo. Es una fiesta para nosotros que ya llevamos unos días a base de pasta y arroz. Sigo con el regimen abstemio total 🙁
Momento wifi!!! después de la desconexión total de sólo un par de días…
En el hotel teníamos habitaciones más lujosas de lo habitual, con lavabo y ducha en la habitación. La verdad que esos pequeños lujos se aprecian mucho cuando no los tienes y de golpe están ahí 😉
Una vez afincados subimos a un mirador un poco más arriba de Namche donde ver bien todas las cimas de alrededor, con la ciudad abajo. Hay una cima sagrada justo ahí cuyo acceso está prohibido pero no recuerdo el nombre.
Del otro lado del valle un picacho potente, potente. Nos enseñan a lo lejos las edificaciones que se suelen acceder en helicóptero, porque a pie es una matada guapa.
Namche Bazar y uno de los picos al fondo
En Namche, con el grupo que somos, pues por supuesto toca compras!! encontramos la tienda Sherpa Gear, una marca local nepalí que está muy bien de precio y tiene productos bien acabados. Todos picamos, algunos compran plumas, otros forros, guantes, etc, etc.
Y por supuesto los recuerdos típicos de ahí tipo gorro del Island Peak, parches y similares.
5/11 Subida al Everest hotel view
La inmensidad de las montañas a nuestro lado, sólo unos metros por encima de Namche
Hacemos una ascensión hasta un hotel que tiene vistas al Everest y Lhotse. La verdad que el bar sí tiene vistas pero en realidad están mejor desde el camino unas cuantas curvas más atrás.
Taboche, Everest, Lhotse y Ama Dablam antes de llegar al hotel
Vistas desde la terraza del hotel: Everest, Lhotse y Ama Dablam
Aprovechamos ahí para hacernos foto de grupo todos con las camisetas de la agencia que nos han regalado. Por lo visto no transpiran mucho pero el diseño está bien.
El resto del día de compras.
Namche desde arriba
6/11 Namche Bazar – Deboche
Este día seguimos por la ruta mega frecuentada, todavía coincidiendo con la ruta del campo base del Everest. La zona tiene polvo y más polvo, incluso arena fina como la que encontramos en nuestras playas. Me dice alguien del grupo que es que estas montañas se formaron sobre sedimentos de corales y por eso hay tanto polvo.
Si vas por la zona imprescindible una braga, o incluso una mascarilla al efecto. Todos los porters y en especial los que llevan yaks van con su braga colorida de rigor protegiéndose de respirar más polvo del que toca.
En algunos tramos veo gente que no sabe caminar por montaña, de esos que se encallan en una bajada porque hay un par de piedras y no saben dónde meter los pies para avanzar, y me pregunto ¿¿dónde se creían que iban??
Pues eso, si no tienes costumbre de ir por montaña y quieres hacer un trekking así, el típico el del campo base del Everest, sobretodo empieza a ir por Pirineos antes, a hacer desnivel para que el cuerpo se acostumbre a patear distancia con subidas, y en terreno abrupto. Vas a estar muchos días caminando y peleándote contra la altitud y la falta de oxígeno, sólo te falta añadir retos adicionales 😉
Además hay etapas que se suben bien unos 800m de desnivel positivo. Para quien no tiene costumbre un día se puede hacer el esfuerzo, pero al día siguiente estarás molido.
En esta etapa se hace una larga bajada hasta Phungi Thenga al fondo del valle para cruzar el río y volver a subir hasta Tengboche. Ahí está uno de los monasterios budistas más importantes, el típico que sale en las pelis de ascensiones a ocho miles donde van a que les bendigan.
No me suelo hacer fotos, pero bueno, venga aquí va una en Tengboche con vistas espectaculares
Nos dejan visitar la parte interior sin sacar fotos. Y la verdad que aquí lamento no haberle dedicado tiempo a la preparación del viaje. Mis nociones del budismo son limitadas y no puedo apreciar todo lo que veo en el interior del monasterio, aparte de pensar “qué bonito” 🙁
Pero bueno, tuve un mes de octubre cañero cañero con las dos empresas, dos ferias, etc.. yo mismo me justifico 😛
Monasterio de Tengboche
De Tengboche bajamos un poco hasta Deboche para dormir.
7/11 Deboche – Dingboche
Seguimos subiendo metros hasta otra población importante por el valle del Imja.
Llegando a Dingboche con Everest y Lhotse al fondo
Dingboche tiene unos cuantos lodge, tiendas y bar. Todo un complejo 😀
El lodge que nos toca es de los peores que pisaremos en todo el trekking. Los baños son tipo letrina, ya no hay agua corriente y hay que echarle agua de un bidón con un cazo, eso quien lo haga, porque en general el baño huele a muerte. Comida muy normalita, los tés un poco pobres de sabor.
Por cierto que desde un inicio nos aficionamos al ginger tea. Té con virutas de gengibre que es bueno para el estómago. Lo mismo con el tema del ajo, caen unas cuantas sopas de ajo para limpiarnos bien por dentro 😀
Las habitaciones están forradas de moqueta, pero al final resulta un entorno poco agradable porque acumulan mucho polvo, sin que sin embargo de tampoco mucho calor.
Algo muy chulo es cómo aprovechan la energía limpia. Tienen unos espejos que calientan teteras enormes con el sol, por convección. Molaban mucho.
Teteras con energía solar
Ama Dablam y la luna al fondo
Primera vista del Island Peak. Qué pequeño se ve al lado del Lhotse
8/11 ascensión hasta 5000m
El día siguiente siguiendo con nuestro plan de aclimatación subimos a un punto con vistas por encima de los 5000m. Y la verdad que las vistas valen la pena.
Subiendo a Dingboche view
El desvío en Dingboche para ir al campo base del Everest
Island Peak (6.189m) y Makalu (8.463m) muy muy al fondo
Katrin y yo somos trailrunners, y no podemos evitar hacer un buen tramo de bajada trotando. Con lo que cuesta subir, peleando para respirar aire, y la bajada como si nada. Manda guevs!!
9/11 Dingboche – Chukhung
Nuestros Dzos
Otro día de transición. Pero hoy se abren las vistas por el valle. Island Peak siempre presente debajo del paredón Sur del Lhotse, pasando por debajo del Ama Dablam.
Island Peak al fondo del valle
Chukhung ya no es un asentamiento, sólo unos cuantos lodge para los que están de trekking.
Pared Sur del Lhotse desde Chukhung
10/11 Ascensión a Chukhung Ri
Chukhung Ri es una cima de 5.550m que está justo encima de Chukhung. Son casi 900m de desnivel positivo subiendo a una altitud a la que no hemos estado nunca antes. Bien para aclimatar.
Como siempre toda parada supone un buen rato de publireportaje desde todas las cámaras que llevamos. Yo soy más de paisajes, otros prefieren salir ellos mismos.
Pero esta foto conmigo sí quedó bien 😀
Vistas a Ama Dablam subiendo a Chukhung Ri
La subida es lenta de narices, porque ya estamos sufriendo que sólo hay un 50% de oxígeno a esta altitud. Un pasito detrás de otro, concentrado en la respiración. Y así se va haciendo camino. Además la pendiente es potente, subimos 900m en 2.7km!!
Aquí siento por primera vez en este viaje los efectos del mal de altura. No tan bestia como cuando estuve en Perú, pero sí se me va un poco la cabeza, y tengo como pequeños mareos.
Me sienta muy mal la pérdida de control así, mal en cuanto a estado de ánimo. Sobre todo porque el tramo final es algo rocoso de usar pies y manos, todavía andando, no es grimpar, pero que necesitas tener equilibrio.
Voy haciendo pausas y sigo para arriba. Pero llego a cima con pocas ganas de celebrar nada. Más bien de tirar alguna foto de rigor de las mega vistas y bajar rápido para encontrarme bien de nuevo.
Por lo visto no soy el único que le pasa algo así, pero de eso me enteraré más tarde.
Lo guapo de Chukhung Ri son las vistas, porque ves el valle de los que van al campo base del Everest por un lado, ves la pared del Lhotse y el Island Peak perfectamente, y al fondo al oeste, lejos al fondo, otro ocho mil: el Makalu.
Preocupado porque de 5.550 hasta 6.189m aún hay mucho por recorrer, y sólo quedan un par de días!
Island Peak desde la cima de Chkhung Ri
Ama Dablam desde Chukhung Ri
11/11 Chukhung – Island Peak base camp
En Chukhung antes de salir
Es uno de los días más suaves, unas 3h de caminar incluyendo pausas y sólo subimos 440m. Se va siguiendo la morrena hasta llegar al campo base que está al lado del lago Imja. De hecho el valle, el río, el lago y el pico tienen el mismo nombre. Island Peak es Imja Tse en local.
Los ingleses que tienen la manía de cambiarlo todo 😛
Subiendo al campo base por el valle
El campo base está a 5.100m de altitud. Pero la verdad que me encuentro bien ahí. Como vamos de señoritos cuando llegamos ya tenemos las tiendas plantadas, y una gran tienda para las comidas.
Campo base del Island Peak – Imja Tse
No hay agua ahí mismo y la tienen que ir a buscar. Hay unos pájaros como perdices gordas por su plumaje protector que aparecen por ahí durante el día. Están protegidas, porque si no no veas, apetitoso manjar jeje.
12/11 Día de formación
Durante el día, cuando sale el sol, puedes estar incluso en camiseta si no hace viento. Pero en cuanto se pone la cosa cambia de verdad. Pasas a temperaturas bajo cero rápidamente.
Y estos días de campo base son de los de estar en el saco muchas horas. Pero con la cabeza puesta en aclimatar todos los días anteriores, hemos estado bebiendo y meando sin parar. Por la noche no es nada agradable tener que salir del saco al fresquito nocturno para vaciar.
Preparándonos para las maniobras
Un buen consejo, llévate una botella de Aquarius para el viaje. Las botellas que encuentras en el valle tienen todas el cuello muy pequeño y no sirven para mear sin salir de la tienda, sin correr el riesgo de salpicar todo lo que pilles 😉
En plenas maniobras: rapelar y remontar cuerda
Las maniobras fueron simples. Instalaron un par de largos de cuerda fija al lado del campo base y estuvimos viendo cómo rapelar por ella, y cómo nos iban a llevar en el tramo de arriba. Qeu básicamente era que el guía se anclaba a cuerda fija con un Jumar y a nosotros nos llevaba atados en potencia con otra cuerda.
También probamos el Jumar, ya que estábamos, aunque no hacía falta. Y yo tenía un Ropeman e hice tres cuartos de lo mismo con él para remontar.
13/11 Ascensión al Island Peak o Imja Tse
Nos despertamos a la una de la mañana, desayuno y salida a las dos. Hace frío, porque esta noche hay algo de viento.
Primero se sigue bordeando el lago unos 20 minutos y después ya tiras para la izquierda rampa arriba en un tramo bastante tieso. El frío es tremendo. Yo que soy caluroso voy con una térmica, el plumillas fino y un gore encima. Arranco con guantes finos pero me tengo que poner sotoguantes y los de alpinismo al cabo de poco.
Montse que es muy friolera va con todo lo que tiene puesto al cabo de nada y aún así pasando frío. Y empezamos a tener bajas. Montse se queda atrás. Salió muy estresada porque iba tarde, y luego estaba como con un ataque de ansiedad, no respiraba bien. Iba muy lenta, etc.
Nuria también decidió darse la vuelta más arriba, Katrin vomitó también y yo, pues se me iba la cabeza. Todos variantes del mal de altura.
La ascensión no es ni mucho menos fácil. Hacia 5500m empiezan a haber pasos de grimpada. Y yo empiezo a notar los efectos del mal de altura. Se me va la cabeza, le digo a Anup mi guía que mi cabeza está “dizzy”. Y estoy en un tramo con barranco al lado. Sitio expo donde no mola nada ver que pierdes el control. Así que me quedo clavado, me tomo un ibuprofeno y me pongo a respirar hondo en un intento de encontrarme mejor. Pero obviamente no pasa nada.
Y al cabo de unos minutos, muy a mi pesar, decido dar la vuelta. En el rato parado ya estoy temblando de frío. ¡Puta rasca!
Y bueno, los guías se reagrupan y Katrin también se baja conmigo porque no ha mejorado. Llegué a 5.600m. Parece increíble que sólo subir 500m tenga tanto efecto después de haber estado durmiendo bien a 5.100m. Pero es así, tan solo hay un 3% menos de oxígeno en ese cambio de altitud, pero suficiente para ir jodido!
Si te interesa aquí explican bien la proporción de oxígeno vs la altitud, que no disminuye de forma lineal.
Estaba un poco acojonado por tener la cabeza medio ida, sabiendo que tenía que desgrimpar todo lo que había subido. Pero en realidad es siempre la cabeza la que te juega una mala pasada. Se bajaba seguro con tan solo ir sentado y moverse poco a poco. Bajas unos metros y ya se va el efecto del mal de altura, es un poco flipante pero es así.
Bajando del Island Peak con los pasos en roca más arriba
Bajando, jodidos pero contentos…o al revés 😛
Estuvimos unas 5h fuera entre subir y bajar. Los cinco que siguieron llegaron como a las cuatro de la tarde. Ascensión de las largas, con de todo. Pasar una grieta por una escalera, subir varios largos en una pared con tramos a 60 grados. Echaron de menos el segundo piolet. Vamos, que la ascensión esta la pintan de trekking pero no. Bueno, en realidad hace falta permiso de “climbing” que en inglés es muy genérico como término.
De vuelta al campo base, dormir un poco más calentito en el saco. Luego comer algo y beber y a esperar al resto.
14/11 Bajada a Panboche
Por la mañana desmontamos el campamento y nos fuimos para abajo. Al ser en bajada las distancias eran más largas.
Lhotse y yaks al fondo
Hicimos 17k en 7h30, y de hecho en la primera pausa en lugar civilizado nos tomamos la primera cerveza. De 600ml a 8€ cada una, pero es que las suben a la espalda qué se le va a hacer!
Cerveza y Pringles!
Atardecer camino de Panboche
Atardecer en el Lhotse
15/11 Panboche – Namche Bazar
Helicóptero en Tengboche…estropeando el paisaje con un par de guiris con pasta…
Todo lo que brilla es una parada en el camino 😛
Bajamos 12k más para llegar a Namche. Lo bueno es que Namche Bazar está provista de todo tipo de lujos, siendo la población principal del valle.
Y eso se tradujo en pegarnos una fiesta nocturna en el Liquid Bar. De DJ tuvimos a Josep, un amigo andorrano que fuimos encontrando en diferentes sitios durante todo el viaje.
Tirando de tarjeta de crédito, pues fue una fiesta!
Otro lugar de lujo era la tienda de Sherpa Gear. Compré un par de plumas que han resultado bastante buenos, fabricación local a buen precio. En Kathmandú por lo visto también están pero bueno, fue visto y pillado sin esperar a tener que buscar más adelante.
16/11 Museo y bajada a Monjo
Visitamos el Sherpa Museum que tenía una parte dedicada a la cultura Sherpa y sus tradiciones, con una casa de ejemplo de cómo vivían antes de la modernización. Y otra parte dedicada al himalayismo con el Everest como protagonista principal.
Sherpa Museum en Namche
Stupa en el Sherpa Museum
Después de la visita comimos una hamburguesa de pollo, que para nosotros era com un gran manjar por ser algo diferente de la comida habitual, y tiramos para abajo hasta Monjo.
17/11 Monjo – Lukla
Último tramo caminando del viaje. Se deshace lo visto a la ida así que no hay mucho que contar.
Ya sabes cómo llega el gas a Namche!
Un puente nepalí más
Por la noche nos metemos carne de Yak en el cuerpo, aunque más tarde nos enteraremos que en teoría no se pueden matar, y que se utiliza la de muertes accidentales.
18/11 Vuelo Lukla – Kathmandú
Trámites en el aeropuerto..llevaremos sobrepeso?? claro que sí!!
El despegue de Lukla es acojonante. El avión frenado arriba de la pista, que no ves porque hace bajada, pone los motores a tope de revoluciones. Y de repente suelta frenos. Vas directo a un barranco y ya puedes coger velocidad rápido.
Entrando en pista
En el avión
El resto del día estuvimos de compras y comiendo carne a lo bestia jeje.
Despegue filmado el primer día al llegar
19/11 Visitas a monasterios y parques
Día de visitas por Katmandú. No es el tipo de actividad que me interesa más así que lo paso rápido.
Monasterio hindú
Lo más interesante era la ceremonia de inauguración de tres días que estaban haciendo en la stupa recién reconstruida después del terremoto.
La gran stupa de Katmandú
Vistas de Katmandú desde la parte más alta, en el parque de los monos
Por la tarde visitamos la parte histórica del centro de la ciudad, que sigue derruido.
Me hizo gracia ver la imagen de Kali, que pensé que tenía relación con el nombre que le pusieron a Kali Linux, la distribución que usan los hackers, pero por lo visto nada que ver.
20/11 Vuelta a Barcelona
Si vuelas con Qatar Airways hay una visita guiada a Doha en autocar com un visado especial, todo gratuito.
La verdad que la pillamos de noche y con cristales tintados, con lo cual no se veía gran cosa. Lo peor fue que nos dejaron en el mercado durante 40 minutos. La gran actividad del tour, y nosotros ya llevábamos dos días de compras por Katmandú así que me sobraban del todo.
No lo recomiendo, salvo que estés realmente aburrido. Son 2h30 de tour más la hora que tardas en cruzar inmigración para salir con la cola que hay.
De día seguramente puedas ver la ciudad y los edificios. Tú mismo.
El fin de semana del 17-18/9 fue uno muy especial. Celebramos la despedida de soltero/a de Agnès y Armand. Una conjunta por montaña 😀
Estuvimos en el refugio Roget, un lugar muy acogedor, con Lorenzo, Pep, Sebas y Audrey, Agnès y Armand.
El sábado salimos desde Gòsol a hacer el Pedraforca, subiendo por la enforcadura. Salvo Armand, el resto tenemos costumbre de hacer montaña. Y nos adaptamos a su ritmo. Se trata de llegar y volver, por supuesto.
Salida desde Gòsol
La tartera por este lado es bastante más cómoda de subir que por el típico lado de Saldes. Y una vez en la enforcadura nos alzamos hacía el Pollegó superior, siguiendo las huellas de Pep que nos lleva por un camino menos frecuentado. Si quieres encontrarte gente en la montaña este pico es uno de aquellos que no te va a defraudar, sobre todo por la ruta por el Coll del Verdet 😛
Llegando a la enforcadura
En la cima alegría por compartir este momento juntos, sobre todo por el reto conseguido de Armand, pero como hay nubes feas alrededor nos metemos prisa para bajar. Al ser roca calcárea la roca está muy gastada de tanto excursionista, y eso sumado a agua es peligroso para alguien sin experiencia. Porque es muy resbaladizo, nada más, no te pienses!
Cim del Pedraforca
Así que para abajo. Al final no lloverá aunque cae alguna gota, en plan amago de lluvia.
Yo, por probar, subí con las Vibram FiveFingers Bikila Evo. Si bien ya las había usado en alguna cima, por ejemplo el Puigmal, no es lo ideal para esta cumbre porque en la parte alta la roca calcárea, que se erosiona con mucha facilidad, tiene algunas rocas en punta. Y se notan en los pies. Pero luego bien. Tampoco te puedes tirar con ellas por en medio de la tartera, el pie está poco protegido. Pero por el nuevo camino de bajada bien.
Ahora tengo unas EVO y para hacer esto sería más adecuado las Spyridon que tienen pequeños tacos y dan más agarre.
Luego lo celebramos con unas cervezas en el refu sólo llegar y una buena cena en un restaurante de Gòsol 😀
El domingo era día de pereza. Terminamos yendo a unas pozas a bañarnos en agua realmente fría!
Hacía tiempo que no pateaba por montaña, últimamente salgo más a correr. Está guapo cuando vas con gente con la que estás bien a gusto, y te permite charlar de tus cosas por el camino mientras disfrutas del paisaje moviéndose lentamente a tu alrededor 😉
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